Balotaje (Parque de Diversiones en la ESMA)

 XXX Espacio publicitario XXX

¿USTED SE IMAGINA UN PARQUE DE DIVERSIONES EN AUSCHWITZ?

En Argentina sí. Y muy pronto cada argentino de bien podrá disfrutar de 17 hectáreas de placer.

La propuesta lo dejará fascinado, vivirá la experiencia con nuestro nuevo simulador en 3(0000)-D,  ¡hasta podrá bombardear su propia ciudad!

Un lugar inclusivo y feliz para toda la familia: la casa de las balas perdidas para probar la destreza de los niños y la sala Margarita que cuenta con “masajes” eléctricos para embarazadas.

Contamos con un pequeño parque acuático en nuestra islita Stanley, para los más acalorados (es una temperatura que en este período planetario toca alta, qué va a ser) que se quieran sumergir en la experiencia del submarino. ¡Viva lo que es un hundimiento en carne propia con nuestro simulador Belgrano!

Para quienes buscan una experiencia más relax, contamos con camas de hierro, en las que será atado con cadenas para su relajación y le haremos un interrogatorio para que ud pueda tener la mente en blanco.

Para los más artísticos, la sala de “anatomía humana según proporciones ideales”, donde dejará los ideales para dar lugar a la libre elección de una proporción del cuerpo a la que quiera someter a una intervención artística. Incluye tatuajes para quienes quieran tapar cicatrices, verá lo fácil y libre que es entregar un órgano a la ciencia (casi) voluntariamente.

Para quienes quieran sorprenderse, la sala de La Perla, eso sí no le spoilearemos (somos bilingües porque estamos abiertos al mundo) nada, sólo ingrese y déjese llevar. ¿QUEQUEQUE? Sí. Deje volar su imaginación mientras lo suben a un Ford Falcon verde Uber con los ojos vendados.

Muy pronto contaremos con vuelos en los cuales será arrojado con un paracaídas defectuoso y su caída dependerá de cuánto se esfuerce.

Ya estamos inaugurando nuestro primer centro de experiencia en San Salvador y próximamente en Gaza.

*La empresa no se hace responsable por daños y lesiones ocurridas en nuestro Parque de Concertación y Libertad. El feriado del 24 de Marzo el Parque se encontrará cerrado.

XXX Fin de espacio publicitario XXX

Hace aproximadamente tres años que vivimos sumidos en un mundo surrealista, en el cual las posibilidades de que ocurra lo imposible o lo impensado son altísimas.

Probablemente la ansiedad, la bronca, la angustia, el odio y, la más política de las pasiones, el miedo, sean las emociones que dominan nuestras conversaciones, nuestros gestos y acciones, incluso nuestros pensamientos.

Una sociedad que huye de un duelo, una sociedad que está en la etapa de negación del mismo, que alega demencia y olvido y va para adelante como caballo de carrera; no es consciente de lo vivido, y quien no es consciente de su memoria está condenado a repetir su error, su horror, su histeria, su historia.

Quienes soñamos con otro mundo, nos despertamos con uno muy distinto al onírico. Nos convertimos en militantes de la normalidad, lo posible y lo esperado. Nuestras luchas se han convertido en consignas, nuestras consignas en slogans, y nuestros slogans en mercancía. Detestamos el sálvese quien pueda, pero somos los primeros en tomar el salvavidas cuando la marea crece. Discutimos colectivo vs individuo viviendo en la contradicción de ser verificados o anónimos. En la superficialidad de la experiencia inmediata, “redeable”, repetible, viral, en serie.

En la pérdida del Ethos social, en la pérdida de la trascendencia misma ante un aislamiento social que pasó de las casas (pocas propias) a las calles (ahora también privatizables); apareció la figura del Mercado como ese Dios que nunca duerme, que todo lo puede, que todo lo ve, que se muestra infinito, y que creó a nosotrxs, los consumidores, a su imagen y semejanza.

Ya no dormimos, somos inmunes e impunes, podemos con todo, somos los sobrevivientes: nos sobre pusimos a una guerra virósica y lingüística, somos más super que vivientes. Acá estamos.

Y ese acá es el surrealismo hecho ahora: es que la Tierra es plana, que las vacunas son veneno,  la medicina es vibración, ser sano es sinónimo de tener dinero, la sexualidad es destrucción de la familia, la ecología es destrucción del planeta, la pobreza es un deseo, las dictaduras fueron excesos, la educación es adoctrinamiento y ponerle precio es pedagogía, los perros son clonables, la educación sexual es cosa de degenerados mientras aclarar que no sos incestuoso es de gente normal, la libertad es un bien cuantitativo, la homosexualidad es comparable a elefantes, la creatividad es automatizada, el ritmo es digital, los precios son absurdamente actualizables, la salud mental es una excusa y una pérdida de tiempo, todo es medible, todo puede estar en un Excel: hasta una lista de desaparecidos.

Todo es opinable y relativo, es ver el enemigo en el espejo y en ese espejo sólo vidrio negro, es que la apariencia es todo y el todo es el filtro, emocional, físico; vivir es filtrar.

No salimos mejores de la pandemia, salimos paranoicos, distópicos, conservadores, asustados, salimos tristes, salimos en duelo como con cualquier injusticia que no podemos cambiar.

Sin embargo, este domingo 19 estamos a tiempo todavía de poder cambiar una obvia injusticia. Podemos volver a la paz que no es más que la justicia social en democracia, podemos no sólo ir por “lo que falta”, que no es una cosa u objeto, son injusticias que padecemos las personas todas provenientes del enemigo que es la desigualdad; si no también hacernos cargo de lo necesario y que todas las personas puedan comer, beber, bañarse, vestirse y habitar su propio pedacito de lo propio.

Podemos caminar desde el amor y la igualdad, la felicidad, la solidaridad, la empatía y la inclusión, no desde el odio y la desigualdad, la tristeza, el egoísmo, la apatía y la exclusión.

Podemos hacernos cargo del duelo y vivirlo, trascenderlo, recuperar la utopía y con ella los sueños que nos tapó la pesadilla. 

Podemos despertar y darle pelea al horror, de una manera tan simple como buscar un papel recortado con los colores que nos dieron identidad luego de nuestro nombre.

Tenemos que ir a buscar los colores del cielo, los colores de nuestra bandera, los colores de un sueño al cual tenemos que recuperar.