Creernos, crearnos
Me gustaría ser creyente,
para poder elevar la plegaria:
“Que alguna vez
comprendas un poco todo esto. Que alguna vez vuelvas a jugar en la vereda.
Que rompas las cadenas
que te aprisionaron. Que te inviten las piernas a caminar una cuadra más.
Y el
viento, te vuelva a dar vuelta la cara.
Que la ignorancia se te
haga latido. Y que en cada breve oxígeno, viva ahí la injusticia.
Que así la sientas.
Ante cada paso, ante cada quieto. Ante cada vida, ante cada muerto.
Ante cada paso, ante cada quieto. Ante cada vida, ante cada muerto.
Que buscaras algo más
allá del bolsillo.
Que salieras descalzo, a
pedir calor. Sin pies, a pedir fuego.
Me gustaría que lo que te
preocupa hoy, sepas que lo pensaron ayer, para que no exista mañana. Nuestro
mañana.”
Porque compartimos dar
vuelta la página, al compartir el mismo libro. Pero lo que escribo no podés
leerlo.
A veces creo, que
hablamos distintos idiomas. A veces descreo de mis palabras.
Pero cada vez que veo el
Sol, te veo un poco de luz.
Y ahí renace mi ilusión.
Se hace canto de nuevo:
“Me gustaría que no me
dejes solo en la batalla.
Que alguna vez entiendas.
Que lo hermoso sería, que
lo que soñamos se haga realidad.
Y que soñar sería, tan
solo un poquito de descanso.
Y despertarnos
compartiendo el mate, y el pan.
Y compartiendo.
Ojalá entiendas.
Que el enemigo es el
egoísmo, porque se acordó del olvido.
Y en tu miseria, vive la
tristeza que en mi nace.
Cada vez, que se muere el
amor. En tu odio esclavo.
Y vos fíjate, que acá
llueve, y seguimos afuera,
Mirando por la vidriera.
Que si pestañearas un
poquito, verías que está nublado.
Y mientras creés que
estás ahí adentro, me gustaría que pudieras despertarte adentro mío.
Porque en tus pies, me
pongo todos los días, y así camino como vos.
Pero a la injusticia, hay
que pisarle la cabeza, nunca alimentarla.”
En serio, imagínate. Si
todo fuera como lo soñamos.
Escucharías, que sólo
quiero abrazarte, cansado de sentir tu miedo.
Porque hasta compartimos
el dolor.
Porque en vivir como
soñamos, también está tu felicidad.
Sino creés de nuevo, mil
veces, sostené la mirada cuando hablo de la libertad:
Sólo llega si somos
iguales, si somos justos, si somos el sueño hecho realidad.
Si somos siempre,
despertemos, con la victoria definitiva. La victoria merecida.
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