Cueste lo que cueste
Quiere mi cabeza, aunque
piense que no hay nada en ella.
Quiere mis sueños, aunque
crea que no duermo y que tampoco tengo futuro.
Quiere mi futuro, aunque dice que no lo tengo en vista.
Quiere mi mirada, aunque crea que no miro.
Quiere mis ojos, aunque no
busque ver el mundo como yo lo veo.
Quiere mis orejas, aunque
dice que a nadie y nunca escucho.
Quiere mi silencio, aunque le
moleste tanto como mis palabras.
Quiere mis palabras, aunque
dice que no sé hablar.
Quiere mi habla, aunque dice
que no me expreso.
Quiere mi expresión, aunque
diga que no tengo nada por decir.
Quiere mis dichos, aunque
dice que nada entiendo, nada comprendo.
Quiere mi entendimiento, aunque no busque entenderme.
Quiere mis pies, porque dice
que no tengo rumbo.
Quiere mis piernas, porque dice que nunca tengo prisa porque no tengo destino.
Quiere mi destino, lo quiere, porque sino lo manejo sonríe.
Quiere mis dientes, porque odia mi sonrisa.
Quiere mi boca, porque dice
que no beso.
Quiere mis besos, los quiere, porque a nadie debo dar amor.
Quiere mi amor, lo quiere, para que nada hierva mi sangre.
Quiere mi sangre, porque dice que está sucia, tanto como mi piel.
Quiere mi piel, aunque se deshace como arena en cualquier mano.
Quiere mis manos, aunque
dice que no acaricio.
Quiere mis brazos, aunque
dice que no abrazo.
Quiere mi abrazo, los quiere, para apretarme y romperme los huesos.
Quiere mis huesos, los quiere, aunque dice que no están bien desarrollados.
Quiere mi desarrollo, lo quiere, para que no pueda ser, ni bailar, ni cantar.
Quiere mi canto, lo quiere, para que se pudra mi garganta.
Quiere mi garganta, aunque
odia mi voz.
Quiere mi voz, aunque odia
también mis gritos.
Quiere mis gritos, aunque ni así alguien me escucha.
Quiere mi sombra, a pesar que nunca voy por el Sol.
Quiere mi alma, a pesar que se la vendí al Diablo.
Quiere mi vida, a pesar que ya estoy muerto.
Quiere todo lo que soy, me quiere, a pesar que soy todo lo que más odia.
¿Y entonces por qué me quiere así,
sin amor?
Porque no se anima a odiarse así mismo, porque tiene
miedo de derrumbar el piso que sostiene a los reyes, porque sin
mí no sería, porque sin mí no existe. Quiere mi espacio, porque
sin mí es vacío.
Porque en verdad no se da cuenta que soy eterno,
que soy infinito, que yo sí soy.
A la juventud perseguida y asesinada por las fuerzas represivas.
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