La Paz

El frío agobiando la eternidad de nuestras piernas de viaje. 

Contando hasta cien con frazada que tapa hasta la sien, hasta la frente, hasta la nuca.

Película con los mismos argumentos cliché de siempre, aunque entretenida de todas formas.

El silencio incómodo cuando se detiene el bus, y los barullitos con tonadas. 

La voz baja, el ruido de la caja de cambios, en verdad me repugna el intento de silencio mucho más que el ruido.

Pero no tanto como la falsedad maternal, que pide educadamente a su hijo que se calle. ("Después en casa cobrás")

La espera o el frío,

no se qué es lo que me cansa.

El llanto exagerado del niño o la tranquilidad del hombre de zapatos blancos. 

O las faltas de ortografía o el respeto del orden de la fila. 

O los tipos que duermen con la bocabierta y las patas estiradas, 

o los jóvenes con gorrita beisbolrapmichaeljordannaikiusaimperio para un costadito. 

Ah no, tal vez la música romanticona machista o las noticias falseadas de la radio.

O quedarme callado,

o no poder dormirme.

Es tan fácil el asco.

Pero nada es tan desesperante como el llanto del niño. Ba, no el acto lacrimoso en sí, sino saber que el pibito la va  a ligar al regreso y no se puede hacer nada. 

Pero ante la sociedad, la diplomacia berreta. Como usar escarapela en fecha patria para la party-hamburguesa de la patria-burguesa.

Cuando la luz se prende por chofer antojado (aunque más mal dormido) o la azafata apurada (aunque más malpaga); llega el horror de las caras recién despiertas, pero aterrador es que no haya ningún niño en el bus.

Quizás el hombre de los zapatos blancos soñó en voz alta y  su tranquilidad era no vivir en el pasado, o por ahí no tan freudiano todo. Supongo que el sueño me cagó a palos y andaba con los ojos abiertos.

La moraleja es que no recomiendo a nadie que se escuche un niñito llorando y al darse vuelta sólo ver al hombre y sus zapatos blancos cubriendo el barro de los pies. 

¿Alguien se haría el favor de prender la luz sin tropezar con la oscuridad y las escaleras?

O la oscuridad

o las escaleras.